En Progreso la calma y tranquilidad del mar se transmiten en la gente, de andar afable y amigable, los habitantes de Progreso gustan de contemplar el atardecer en algún restaurante sobre el Malecón o charlar sobre los problemas del resto del mundo con una cerveza en la mano. Disfrute del ritmo pausado de este pequeño puerto y no olvide ser cortés con sus amables anfitriones.