Zihuatanejo es un antiguo y pintoresco pueblo pesquero en cuya historia se destaca la tranquilidad de su atmósfera y la calidez de su gente, la cual a partir de la década de 1960 comenzó su despertar turístico gracias a la creciente popularidad del puerto de Acapulco y a la creación del centro turístico de primer nivel de Ixtapa, este último ubicado a sólo 5 km de distancia.

Los conquistadores españoles llegaron a la bahía de Ciguatán (nombre castellano para el nombre indígnea original de Zihuatán) en el año de 1512, descubriendo su utilidad para enviar naves exploratorias al Pacífico sur y mercanía, particularmente maderas finas, a la colonia de Las Filipinas, desarrollaron el puerto del lugar. Sin embargo, el pequeño poblado de pescadores no obtuvo muchos beneficios de esta actividad y mantuvo su estatus de aldea. Cabe señalar que los mapas de la época marcan con el sufijo “ejo” a las más pequeñas poblaciones, de ahí que el nombre se complementara después con este mismo resultando en la aldea de Ciguatán-ejo.

El desarrollo del vecino puerto de Acapulco impulsó la afluencia turística en la zona y poco después la creación del lujoso complejo de Ixtapa confirmó la nueva inclinación de Zihuatanejo, hoy uno de los destinos turísticos mexicanos más populares del país